Algunas limitaciones y desigualdades del sistema de salud argentino

6 de marzo de 2023

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Por Macarena Perusset Veras, Directora de Investigación en Universidad Siglo 21

Durante el año 2020, momento en el que se produjo la mayor cantidad de muertes por Covid, las personas pertenecientes a minorías socio-étnicas fallecían en cantidades desproporcionadas. La visibilidad de estas muertes fue impactante y reveló una disparidad tan clara que algunos se preguntaron si la explicación podría ser genética. Pero quienes llevamos años estudiando las desigualdades en salud, nos mostramos menos sorprendidos ya que sabemos que remiten a las dificultades en el acceso, así como a las diferencias en los resultados sanitarios que presentan los distintos grupos de la población. En nuestro país, como en muchos de la región, existen importantes disparidades sanitarias que afectan a las minorías, como las mujeres, niñas y niños, adultos mayores, afrodescendientes, migrantes, pueblos indígenas, entre otros.

Al tratar de entender las causas de las desigualdades en materia de salud, con frecuencia se suelen estudiar los factores que diferencian a los grupos minoritarios, en lugar de afrontar la posibilidad, más incómoda, de que el propio sistema sanitario sea discriminatorio. Los factores socioeconómicos pueden desempeñar un papel relevante en los resultados sanitarios, pero este problema escapa en la mayoría de los casos a las competencias de los prestadores de salud. Un ejemplo muy claro y que surge en los relatos de las personas que entrevistamos en el marco del proyecto de investigación Innovación Social: Ciudadanía, asociaciones y comunicación, es que no todos los usuarios del sistema de salud o hablan o escriben español. Al indicar un medicamento sin dar las indicaciones correspondientes, se excluye a los más vulnerables, que no tienen voz, lo que agrava aún más las desigualdades sanitarias. Los problemas de acceso y utilización de los servicios de salud se reproducen en todo el mundo, a tal punto que un informe del Observatorio de raza y salud del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido concluye que muchas personas pertenecientes a minorías étnicas pueden retrasar o evitar la búsqueda de asistencia sanitaria por temor al trato discriminador de los prestadores del sistema de salud.

Por otra parte, numerosas investigaciones sobre esta problemática se refieren a las conductas de búsqueda de asistencia sanitaria, una frase que parece responsabilizar sutilmente de los malos resultados a los pacientes que no acuden a los médicos a tiempo. Estos enfoques, simplistas, reconocen una única racionalidad detrás de las conductas de las personas en vez de reconocer las características culturales y las desigualdades presentes en el acceso a los servicios.

Aunque nuestro sistema de salud es universal, el acceso sigue siendo limitado y desigual para muchos grupos, sobre todo en las zonas rurales y remotas y entre las distintas regiones que componen nuestro país. Los segmentos más pobres de la población suelen tener un acceso restringido a los servicios y tener peores resultados en materia de salud. Las poblaciones indígenas, en particular, se ven desproporcionadamente afectadas por la pobreza y tienen una menor esperanza de vida, mayores tasas de mortalidad materno infantil y un menor acceso a los servicios sanitarios en comparación con la población general. Debido a los datos arrojados en el trabajo de campo realizado, sabemos que las experiencias negativas de los grupos socioétnicos más vulnerables repercuten en su salud y en la de sus familias. Es por ello que hay una necesidad imperiosa de ampliar los conocimientos para identificar las barreras culturales que están presentes en el sistema de salud y que no permiten oír todas las voces que conforman nuestra sociedad.

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