La propuesta de valor para el Talento
14 de noviembre de 2023
Por Mariano Ossés Profesor Experto, Universidad Siglo 21
El mundo está evolucionando de manera vertiginosa, y el contexto actual presenta desafíos particulares que demandan respuestas integrales por parte de las empresas y organizaciones. Las expectativas fundamentales que las personas tienen sobre el trabajo están experimentando cambios significativos. En la actualidad, la mayoría desea formar parte de una cultura corporativa solidaria que priorice tanto su salud mental como física, logrando un equilibrio entre el trabajo, la vida personal y las trayectorias profesionales de manera sostenible. Además, buscan una propuesta de compensaciones y beneficios competitiva.
La propuesta de valor para el talento debe reflejar y cumplir con estos requisitos, que son esenciales en cualquier beneficio total para el empleado y estrategia de recompensa. Estos se basan en un contrato psicológico implícito que define la relación entre el empleador y el empleado.
A lo largo del siglo XX, el intercambio de "productos básicos" se centraba en el pago, los beneficios y la seguridad laboral, a cambio de un compromiso de por vida por parte de los empleados. El "contrato de lealtad" era algo común en la relación empresa/empleado. Sin embargo, las prioridades de los trabajadores han cambiado, y ahora buscan más que simplemente motivadores extrínsecos e incentivos financieros.
Para que la propuesta de valor para empleados siga siendo relevante, atractiva y retenga talento, la parte de "valor" debe evolucionar y reflejar las necesidades cambiantes de los empleados.
La Propuesta de Valor al Empleado es un concepto clave para garantizar una experiencia atractiva. ¿Pero a qué nos referimos cuando hablamos de Propuesta de Valor al Empleado? Es la promesa de la compañía a sus empleados, tanto actuales como futuros. Es un compromiso auténtico, relevante y diferenciador.
Para construir esta propuesta que contemple de manera integral las diferentes expectativas de las y los colaboradores, es necesario:
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Proporcionar una compensación y una oferta de beneficios competitiva y segmentada:
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Remunerar de forma justa y competitiva.
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Recompensar las contribuciones.
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Proporcionar programas de beneficios adaptables a los propósitos.
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Crear una experiencia diferenciada:
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Apoyar el viaje profesional.
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Brindar flexibilidad en la "nueva normalidad".
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Ayudar a gestionar el bienestar físico, financiero y psicológico.
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Crear poder de permanencia a través de una propuesta única con propósito:
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Conectar con la misión y visión de la empresa.
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Brindar un trabajo significativo y satisfactorio.
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Ayudar a construir un sentido de pertenencia.
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Kate Bravery, Líder Global de Soluciones de Mercer, sostiene que "un cambio fundamental en los valores humanos está respaldando un cambio estructural en el mercado laboral. Las organizaciones tienen ahora una gran oportunidad para aprovechar las herramientas de empatía perfeccionadas durante la pandemia y crear una nueva forma de asociación que sea más cercana y, en última instancia, más sostenible".
Cada vez hay más investigaciones que demuestran que, aunque la retribución y las prestaciones son importantes, los empleados también buscan trabajos que los motiven intrínsecamente, proporcionen un sentido y un propósito, comunidad, camaradería, crecimiento y desarrollo.
Así, la estrategia de talento de las empresas debe centrarse en diseñar componentes diversos y adaptados en su Propuesta de Valor al Empleado, no solo como un atractivo para nuevos talentos, sino como una herramienta vital para retener y potenciar a las y los colaboradores existentes en este cambiante panorama laboral.
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